Un poco de casualidad ha favorecido a los astrónomos a obtener una sorpresiva visión de un evento nunca antes observado en un cuásar, que podría ser el nacimiento de una galaxia.
Astrónomos de la Universidad de Florida y de la Universidad de California, Santa Cruz, son los primeros en descubrir el comienzo de un enorme flujo de gas de un cuásar, es decir, el super brillante núcleo de una galaxia extremadamente remota aún en formación. El gas fue expulsado del cuásar y su enorme agujero negro en algún momento hace 10 mil millones de años, un increíblemente fugaz evento notado sólo por el afilado ojo de un universitario y la formidable convergencia de dos observaciones separadas.
"Fue completamente casual. De hecho, la única forma en que pudo haber ocurrido es a través del azar", indica Fred Hamann, profesor en Florida.
Los cuásares son núcleos extremadamente brillantes de galaxias muy distantes que, según se piensa, contienen agujeros negros supermasivos. El cuásar en cuestión -denominado J105400.40+034801.2- es de hace 10.300 millones de años (Corrimiento al rojo de z ~ 2.1)
Los agujeros negros en los cuásares son invisibles, claro, pero el material que es atraído hacia ellos forma un disco de acreción, fuente de la intensa luz de los cuásares. Parte del material cayendo hacia el agujero puede ser expulsado para formar enormes nubes de gas, fluyendo a una velocidad cercana a la de la luz. El gas del cuásar, en este caso, fluye a 93 millones de kilómetros por hora, según explica Hamann.
Mientras los astrónomos han observado la presencia de esas nubes de gas en otros cuásares, no se había atestiguado una formándose, hasta ahora.
Hamann indicó que el descubrimiento fue iniciado por Kyle Kaplan, estudiante de Santa Cruz que notó peculiaridades en el espectro que se había grabado del cuásar. El espectro fue recogido en 2006 como parte de un esfuerzo para estudiar las galaxias entre el cuásar y la Tierra.
Cuando Hamann y otros astrónomos cotejaron ese espectro contra otro de la misma región grabado en otro sondeo realizado en 2002, se sorprendieron al descubrir que no había indicaciones de la nube de gas.
"Así es como sabemos que esto apareció entre 2002 y 2006", explica.
Daniel Pogra, profesor de física en Nevada y experto en flujos de gas de objetos astronómicos, indicó que el descubrimiento fue muy afortunado.
"Los seres humanos no podemos monitorear directamente cambios en cuásares ya que tardan muchos varios años. Así, un descubrimiento de un cambio en unos pocos años es muy interesante. No es inesperado, pero las probabilidades son muy pequeñas".
"El hecho de haber visto uno aparecer en un período tan corto de tiempo significa que es una estructura de tipo volátil. Podría ser una fase evolucionaria o quizás un estadío de transición de una fase a otra", señala Hamann sobre el descubrimiento del flujo de gas del cuásar.
El hallazgo abre nuevas posibilidades de conocimiento sobre estos lejanísimos objetos tan brillantes.
"Una pregunta interesante en astronomía es cómo la evolución de los cuásares está relacionada con la evolución de las galaxias. La materia eyectada por los cuásares podría ser la clave para esta relación porque puede alterar o regular la formación de galaxias alrededor de los cuásares. Este hallazgo es una pequeña pieza de una historia que vemos ocurrir en tiempo real y lo que vamos a hacer ahora es seguir observando".
Información sacada de: http://www.noticiasdelcosmos.com/2008/10/casual-hallazgo-de-raro-evento-en-un.html
Saludos